Nuestra historia
Bodegas Azpea S.L. es una bodega de carácter familiar fundada en el año 2000 situada en la Villa de Lumbier, en Navarra.
La dedicación al campo viene de familia, y el amor al vino de nuestra cultura. Tanto en nuestra familia como en la mayoría de las casas del pueblo, desde que se recuerda, se ha hecho vino tanto para consumo propio como para la venta del mismo, siendo así un pueblo muy arraigado a la cultura del vino desde tiempos de la antigüedad. Datado en el siglo I d.C. por Plinio el Viejo como pueblo vitivinícola, a día de hoy seguimos con la misma tradición y dedicación, siendo uno de los pueblos más antiguos de Navarra en los que se sabe que se hacía y se hace vino.
Como agricultores que somos, nos tomamos muy enserio la salud de la naturaleza, ya que vivimos de ella y nos debemos a ella, y por eso todos los vinos que hacemos son de agricultura Ecológica y en un futuro cercano de agricultura Biodinámica, consiguiendo de esta forma la garantía de ofrecer a todos nuestros clientes un vino de calidad y con un verdadero carácter propio, siguiendo así nuestra idea de lo que es hacer un verdadero vino navarro y con ello intentar hacer honor al sabor de nuestra tierra.
Agricultura ecológica
En Bodegas Azpea llevamos trabajando nuestras viñas en ecológico desde los años 80. La ecología ha formado parte de nuestras vidas y nuestra forma de trabajar desde incluso antes de la fundación de la propia Bodega.
Nos dimos cuenta de que en las viñas estaban pasando cosas que no deberían pasar, que la vida que había en ellas estaba empezando a desaparecer. Y eso no iba con nosotros.
A partir de entonces decidimos no utilizar productos que hacían más mal que bien a la naturaleza, y optamos por practicar la agricultura ecológica, que no es otra cosa que la agricultura de siempre, la que se hacía en España hasta los años 70, cuando se inventaron esos productos.
Creemos que un vino ecológico es más real. Nuestros vinos fermentan con levaduras espontáneas, levaduras indígenas que viven en las viñas y levaduras autóctonas, que viven dentro de la Bodega. Dándole así al vino un carácter propio y un sabor a su tierra.
Lo ecológico no solo son sellos, es una filosofía, por lo que intentamos hacer labores y trabajos en el campo que reduzcan al máximo las emisiones de CO2. Con ello, intentamos reducir también el consumo de materias primas y combustibles fósiles.
Y la viña gana con estas prácticas. No queremos gastar recursos innecesarios en productos de menor calidad que nos dejan una tierra con menos vida. Realizamos los laboreos justos, en épocas buenas.
Y esta filosofía se extiende a todos los aspectos de nuestras Bodegas, ya que buscamos que el impacto medioambiental a la hora del envasado sea el mínimo posible, y en nuestro restaurante servimos productos ecológicos de la zona.
